Canciones Hernandianas

I. Como la higuera eres

      Como la higuera joven
de los barrancos eras.
Y cuando yo pasaba
sonabas en la sierra.
      Como la higuera joven,
resplandeciente y ciega.
      Como la higuera eres.
Como la higuera vieja.
Y paso y me saludan
silencio y hojas secas.
      Como la higuera eres
que el rayo envejeciera.

II. Sábana de sombra

      Ropas con su olor,
paños con su aroma.
      Se alejó en su cuerpo,
me dejó en sus ropas.
      Lecho sin calor,
sábana de sombra.
      Se ausentó en su cuerpo.
Se quedó en sus ropas.

III. Cerca del agua

      Cerca del agua te quiero llevar
porque tu arrullo trascienda del mar.
      Cerca del agua te quiero tener
porque te aliente su vívido ser.
      Cerca del agua te quiero sentir
porque la espuma te enseñe a reír.
      Cerca del agua te quiero, mujer,
ver, abarcar, fecundar, conocer.
      Cerca del agua perdida del mar
que no se puede perder ni encontrar.

IV. La boca

      Boca que arrastra mi boca.
Boca que me has arrastrado:
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.
      Alba que das a mis noches
un resplandor rojo y blanco.
Boca poblada de bocas:
pájaro lleno de pájaros.
      Beso que va a un porvenir
de muchachas y muchachos,
que no dejarán desiertos
ni las calles ni los campos.
¡Cuánta boca ya enterrada,
sin boca, desenterramos!
      Beso que rueda en la sombra:
beso que viene rodando
desde el primer cementerio
hasta los últimos astros.
      Hundo en tu boca mi vida,
oigo rumores de espacios,
y el infinito parece
que sobre mí se ha volcado.
      Boca que desenterraste
el amanecer más claro
con tu lengua. Tres palabras,
tres fuegos has heredado:
vida, muerte, amor. Ahí quedan
escritos sobre tus labios.

V. Ausencia en todo

      Ausencia en todo veo:
tus ojos la reflejan.
      Ausencia en todo escucho:
tu voz a tiempo suena.
      Ausencia en todo aspiro:
tu aliento huele a hierba.
      Ausencia en todo toco:
tu cuerpo se despuebla.
      Ausencia en todo siento.
Ausencia. Ausencia. Ausencia.

VI. El corazón es agua

      El corazón es agua,
el corazón es agua
que te acaricia y canta,
canta, canta.
      El corazón es puerta,
el corazón es puerta
que se abre y se cierra,
se cierra, se cierra.
      El corazón es agua,
el corazón es agua
que se remueve, arrolla,
se arremolina, mata,
mata, mata.

VII. Jazmín malherido

      Ojinegra la oliva en tu mirada,
boquiabierta la tórtola en tu risa,
en tu amor pechiabierta la granada,
barbioscura en tu frente nieve y brisa.
      Rostriazul el clavel sobre tu vena,
malherido el jazmín desde tu planta,
cejijunta en tu cara la azucena,
dulceamarga la voz en tu garganta.
      Boquitierna, ojinegra, pechiabierta,
rostriazul, barbioscura, malherida,
cejijunta te quiero y dulceamarga.
      Semiciego por ti llego a tu puerta,
boquiabierta la llaga de mi vida,
y agriendulzo la pena que la embarga.

Miguel Hernández (1910-1942)